Vertederos textiles: un problema global
¿Qué son los vertederos textiles?
Los vertederos textiles son lugares donde se acaban acumulando toneladas de productos textiles que ya no se utilizan, ya sea por deterioro, por un exceso de producción o por un consumo excesivo.
Foto: Martin BERNETTI / AFP
Estos sitios se han convertido en un gran problema tanto para las personas como para el medio ambiente por el impacto negativo que generan. Muchos productos que se desechan no son biodegradables y acaban contaminando el suelo y el agua (por los químicos y colorantes utilizados en el proceso de producción) intoxicando los recursos naturales y por consiguiente, poniendo en riesgo la salud de las personas.
El impacto de la moda rápida
Actualmente, se adquieren prendas de ropa constantemente para adaptarse a nuevas tendencias que aparecen cada semana y que, en muchas ocasiones, no se tiene oportunidad de usar. El número de temporadas al año ha pasado de dos al año a hasta 50-100 microtemporadas como consecuencia de acortar los ciclos de la moda.
La moda rápida o fast fashion está caracterizada por una producción masiva de ropa a bajo coste que contribuye junto con el consumismo excesivo a la acumulación de productos en estos vertederos textiles.
“Se estima que el 73% de la ropa producida anualmente termina en vertederos o incinerada, lo que contribuye a la contaminación terrestre y atmosférica.”
Lugares como el desierto de Atacama (Chile) y países africanos como Ghana y Kenia soportan actualmente la mayor parte de los residuos textiles del mundo.
El desierto de Atacama, Chile
El desierto de Atacama, en el norte de Chile, es uno de los vertederos textiles más grandes del mundo en el que se arrojan de media unas 39.000 toneladas de ropa al año procedentes de todo el mundo.
Este espacio alberga unas 741 hectáreas de ropa abandonada. Eso equivale a una superficie tan grande como Central Park.
El mercado de Kantamanto, Ghana
En Accra, la capital de Ghana, se sitúa uno de los mayores mercados de ropa de segunda mano en el mundo. Este país importa 15 millones de prendas de segunda mano a la semana, lo que ha provocado un aumento de la contaminación del agua debido a la llegada masiva de ropa.
Según la Fundación Or, alrededor del 40% de la ropa en Kantamanto es desechada, ya sea recolectada por servicios de gestión de residuos, quemada en los bordes del mercado o arrojada a vertederos informales en los alrededores de la ciudad.
¿Modelo de economía circular como solución?
Aunque es una tarea compleja y que lleva su tiempo, cambiar el modelo lineal por uno circular podría ser la solución al gran problema de la moda rápida.
Apostar por un modelo de economía circular y por la moda sostenible es clave para minimizar el impacto ambiental, reducir el consumo de recursos naturales y promover una moda más consciente y ética que valore la durabilidad, la calidad y la reparabilidad de las prendas.
Educar al consumidor es fundamental para que comprendan la importancia que tienen con su papel como agentes de cambio y cómo sus decisiones de compra pueden impulsar una moda más sostenible para el planeta.